Cuando yo la conocí tenía más de 50 años siendo maestra, su energía era contagiosa, bailaba y cantaba con nosotras pese a su edad, pero cuando se enojaba nos ponía a temblar a todas, nos enseñó a leer y a escribir, organizaba concursos de deletreo y cuando te portabas verdaderamente mal o no aprendías tus lecciones como es debido te sentaba en el rincón del salón con unas orejas de burro de papel enormes (o a mí se me hacían enormes) que hacía que todos se burlaran de ti.
El salón era grande y muy bonitos los adornos que había en el friso, cuando estabas enferma se preocupaba y si no ibas a clases te llamaba por teléfono para ver como estabas y si te enfermabas tanto como para ir al hospital ella te visitaba y te cuidaba, su presencia en mi vida fue tan importante que evito que casi me expulsaran en tercero de primaria porque me entro la rebeldía y era malísima en inglés y no llevaba a firmar las boletas a mis papás, intercedió por mi y me dio unos buenos jalones de orejas (literalmente) para que me compusiera, iba a mis recitales de piano y de danza y tal como estuvo al pendiente de mi, estuvo al pendiente de muchos de sus ex alumnos.
Cuando pasamos a secundaria la visitábamos y nos decía lo orgullosa que estaba de nosotras y la alegría que le daba que nos siguiéramos acordando de ella... Murió sentada viendo una novela según nos contaron las religiosas del Colegio, muy tranquila, a su funeral asistimos muchas personas no cabía nadie más en la iglesia, había señoras que iban con sus nietos que también habían estudiado con ella, la ovación que le dimos fue maravillosa, en el panteón llovía y pese a ello fuimos muchos, muchos que como a mí nos marco una diferencia como maestra, como amiga, como apoyo, como madre…
Mi mamá por alguna razón siempre me encomendaba a ella cuando tenía que presentar algún examen difícil, cuando entre a la universidad, cuando hice mi examen profesional, de manera que ella siempre estuvo presente en mi vida, fue una de esas maestras que uno siempre recordará, que te guiaron y te apoyaron, que le tenía amor a la profesión, que vivía para sus alumnos, Madre María Victoria Garza maestra de muchas generaciones… una de las maestras que más me influenció en mi vida, mi maestra de primero de primaria..
Ella tenía como cuarenta y tantos era colombiana, tenía una alegría de vivir increible, llegó como suplente de la maestra de Español en la secundaria, hablaba de lo que se le pegaba la gana, nos dió una lista de casi 35 textos a leer en el año, primero de secundaria, si pienso en su forma de hablar de política y religión puedo afirmar que era intelectual de izquierda enseñando por casualidad en un colegio católico y de derecha, siempre te pedía más, no le bastaba conque leyeras tenías que entender, te tenía que gustar, lo mismo Eurípides, Aristóteles, Lope de Vega, que La divina Comedia, que Amado Nervo, y Carlos Fuentes te retaba nos ponía en círculo y hablábamos del texto, tenías que recordar, tenías que encontrar el real significado, a ella le debo en parte el gusto por la lectura, por cualquier texto, se llamaba Amalia, solo dió Español en mi escuela ese año, la corrieron casi al final de cursos por su "inmensa presión a las estudiantes", por su "transmisión de ideas" (les suena una historia conocida) más ese tiempo que la tuvimos nos basta a muchas para saber disfrutar de un buen libro..
En mis años de estudiante tuve la inmensa fortuna de tener como maestros a grandes hombres y mujeres, que nos retaban, que nos motivaron por quienes somos los profesionistas que somos, ah! esos años de escuela, ustedes recuerdan maestros que les cambiaron el mundo?
Un vídeo para recordar a propósito del día del maestro
Parchis - Fin de curso
SUBIDO A YOU TUBE POR: peaceofmindperu EL 03 de febrero de 2008
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