EL PODER DE LAS PALABRAS

La palabra tiene mucho de aritmética: divide cuando se utiliza como navaja, para lesionar; resta cuando se usa con ligereza para censurar; suma cuando se emplea para dialogar; y multiplica cuando se da con generosidad para servir. Carlos Siller


Esta semana tuve largas y profundas conversaciones con dos mujeres, una, es una de mis mejores amigas, la otra, apenas y la conozco, mas en ambos momentos creo que estaba yo en el momento y lugar exactos, con las dos, me di cuenta, lo necesitados que estamos a veces de hablar con alguien, quien sea, ya sea un amigo o un extraño, lo que queremos es que alguien nos oiga y al menos ese alguien haga como que nos entiende, creo que siempre andamos buscando esa especie de terapeuta – psicólogo que nos guíe un poco a cerca de cual es el camino correcto a seguir de nuestras acciones, que nos regañe de ser necesario o que nos apoye en nuestras decisiones, y sin duda eso de oír a la gente es difícil y mucho mas difícil es aconsejarlos porque simplemente no conocemos todas las circunstancias, ni a la hora de emitir un consejo nos ponemos en el lugar de las personas, mas bien es nuestro corazón el que habla, nuestra propias vivencias, y es que en realidad nunca sabes como afectas a las personas con tus palabras o con tus acciones, pero siempre lo hacemos, aunque no lo creamos, por eso hay que darnos siempre el tiempo para escuchar, para escuchar los mensajes ocultos en las palabras de nuestros amigos, de nuestra familia, de nuestros hijos, para escuchar a nuestro cuerpo, a nuestra mente a nuestro corazón, hay que darnos tiempo para oír a todo aquel que lo necesite a veces con eso es suficiente, suficiente para sentirse consolado y seguir adelante...