miércoles, marzo 30, 2016

A mis 46

He aprendido, que no he aprendido nada, que todos los días son diferentes, que todos los días son milagrosos, que siempre hay algo que aprender sobre algo, o sobre alguien, y que uno debe tratar siempre de hacer la diferencia y ser agradecido.

He subido el tono a todo, como cuando era adolescente, me gusta la música fuerte, y no, no es que me esté quedando sorda, es que me encanta bailar y cantar, aún si me está viendo alguien, hablo más alto, y amo desmesuradamente.

Ahora soy más desesperada, diría mi hija enojona, pero en realidad es que cuando pregunto algo para mi es tan sencillo como, un sí o un no, o cuando otra persona decide algo, mi elección es sí o no, así de simple y sencillo, nuestro tiempo es muy limitado para dar largas explicaciones que además, y por lo regular, encierran un “no me animo a decir que…” me desesperan los: “como tú quieras”
Soy muy feliz cuando veo a alguien feliz, hasta cuando la persona ni siquiera es mi amigo(a), me gusta ver como la gente se ve feliz por lo que sea, cada quien a su manera, su mirada es diferente, como dicen por ahí, la vida no es una competencia, creo que si todos nos anduviéramos saludando buena onda y nos diera gusto cuando algo bueno pasa a otro, y fuéramos solidarios en circunstancias difíciles, este mundo sería diferente.

Aprendí a vivir muy simplemente, no tengo más riqueza que el amor de los que amo, he tenido tiempos de abundancia que he agradecido y disfrutado, y he tenido tiempos de escasez, que es de los que más he aprendido, y más agradecida me volvieron, todo pasa, es así, y más vale agradecer que sufrir.

Soy católica, creo en ese Dios que todo lo ve, y que nos ama incondicionalmente, hay cosas que no haría, y cosas en las que no estoy de acuerdo, sin embargo, si algo aprendí desde temprana edad y ahora llevo a cabo más que nunca es a respetar, los gustos, opiniones, religión, orientación sexual, equipo de fútbol y partido político de cada uno, creo que las diferencias nos complementan, y siempre podremos aprender algo de ellas, creo que la tolerancia y el respeto son la base de todo, sin embargo eso no me exime de defender una postura, ser crítica y levantarme contra lo que considero injusto.

No espero nada de nadie, pero todo de mí, mentiría si dijera que no me importa que alguien me trate bien cuando yo lo trato bien, porque soy humana, y por supuesto en ese momento me entrara el ego de pensar, “uf! , si yo he hecho, y… Si yo haría… ” Pero al momento siguiente me río de mi misma, y sigo, por tanto hay personas a las que querré siempre, y siempre estarán en mis oraciones, aunque de hecho ya no formen parte de mi cotidianidad.

Y al final, tengo que decir que soy muy muy humana, por tanto, muy muy imperfecta, tengo muchos defectos, sí, muchas contradicciones, he hecho sufrir y llorar a alguna persona, quizás a varias, no he sido tolerante cuando debía serlo, me distraigo y me pierdo muy fácilmente, en todo aspecto de la vida, robo acentos e ignoro comas cuando escribo, no soy de las que se lleva porque en realidad no me aguanto, y cuando alguien me hace “carrilla”, me cierro como flor dormilona y mejor me alejo, me resulta más sano, me he roto muchas veces, muertes, mudanzas, enfermedades, engaños, muchas cosas me han roto, pero siempre me he levantado y pegado y vuelto a pegar, y tengo muchas cicatrices en el cuerpo y en el alma y estoy muy orgullosa de cada una de ellas, porque de todas he aprendido algo, y todas me han ayudado a acomodar mis pedazos.

Así que a mis 46 me declaro feliz, y muy agradecida, amo, me aman, se que Dios cuida tontos y locos lo que me incluye en su lista, Emoticono wink y solo le pido me deje seguir rolándo un tiempo más por aquí, seguir aprendiendo, seguir creciendo, seguir amando, seguir creyendo que se puede…
Gracias como siempre, a los que se quedan conmigo después de conocerme realmente, a los que cuidan de mi, a los que me quieren, a los que no, gracias por hacerme saber querida, y sigamos celebrando hoy, mañana, siempre, cada día, que la vida es una fiesta, y el fin de mundo nos tiene que agarrar bailando, no hay más…