miércoles, septiembre 19, 2007

RECUERDOS DEL 19 DE SEPTIEMBRE DE 1985

Uno de los momentos intempestivos de mi vida, vivíamos en tlatelolco, en un quinto piso de los edificios chicos de 5 pisos, ese día se nos había hecho tarde por lo que desayunaba lo más rápido posible un café con leche mientras que en la televisión el programa de "Hoy mismo" Lourdes Guerrero hablaba de alguna cosa importante, junto con Juan Dosal, mi papá ya había bajado al estacionamiento a calentar el carro, de repente justo a la s 7:19 empezó a temblar veías como se movían las lámparas del estudio de televisión, el café que estaba tomando se tiraba, como siempre mi mamá y yo nos abrazamos y rezamos sin parar mientras nos poníamos en el marco de la puerta que siempre nos habían dicho era un lugar seguro, primero fué trepidatorio, pareció que se detenía cuando se volvió oscilatorio, mi papá llegó corriendo al departamento decía que el carro con freno de mano se movía metros, nos abrazamos rezando un tiempo que parecía eterno al fin terminó, la señal de la televisión se había ido y sin embargo por alguna razón no pensamos que hubiera sido tan grave como lo fué, nos despedimos de mi mamá y nos fuimos a la escuela...

Al bajar había una señora gritando en tubos que el mundo se iba a acabar, nos pareció hasta chistoso el asunto, salimos de la casa se veía una gran bola de humo que no alcanzabamos a saberde dónde era, entre más andábamos por la calle veíamos más derrumbes, pasamos enfrente de los televiteatros, de una cafetería, no se cómo es posible que llegáramos a la escuela ubicada en la Colonia Roma sin pensar en la magnitud del desastre a pesar del humo y de los derrumbes que nos encontrábamos...

Al llegar una religiosa le dijo a mi papá que había clases normales que no se preocupara ¿? pero ni mal entre cuando ví una parte del edificio de la escuela cuarteado, las pocas alumnas que había no llegaban a 10, el edificio que estaba enfrente del Colegio parecía a punto de caerse, estuvimos ahí menos de medio hora, las religiosas nos dijeron que mejor nos fuéramos a nuestras casas, estábamos en primer año de preparatoria, tratamos de hablar por teléfono a nuestros papás para que fueran por nosotros pero no había líneas, ni luz, así que 4 amigas y yo que vivíamos por el rumbo nos fuímos juntas, pretendimos tomar el metro de insurgentes pero estaba cerrado no había servicio, camión era imposible estaban llenos, no había taxis, ni peseras disponibles, así que caminamos, y caminamos no sé a que distancia estábamos de casa, pero el trayecto fué eterno, y triste parecía que íbamos en una zona de guerra de esas que se veían en televisión, edificios caídos, sirenas por todos lados, gente herida, gritos de personas atrapadas, gente caminando sin rumbo en piyama, algunos tratando de organizar, fué lo peor que he visto en mi vida, tanto dolor es inimaginable describir, al llegar a casa mis papás enojadisimos con la escuela, todo lo que veías era imevisión dos locutores diciendo que la familia tal esta bien, se buscan datos de tal persona, todo era un caos, milagrosamente le entró la llamada a mi abue que vivía en San Luis y pudo tranquilizarce al saber que estábamos bien y digo milagrosamente porque era imposible hablar por teléfono...

Ese día en la tarde me buscaron de los Scouts había que organizarce me enteré que una familia Scout estaba atrapada en el derrumbe del edificio Nuevo Leon, teníamos que juntar ropa o comida para ayudar, fuimos departamento por departamento con nuestro uniforme recolectando cosas, era sorprendente ver la solidaridad de la gente, llegamos al centro de acopio instalado en la célebre plaza de las tres culturas, había tiendas de campaña con gente que había perdido su casa, algunos se organizaron para darles de comer, otros ayudaban a instalar las tiendas, a clasificar la ropa, de ahí fuimos al edificio Nuevo Leon fué impactante oír los gritos, ver a los familiares quitando piedra por piedra, tantas manos tratando de ayudar...

Al día siguiente por la noche 19:38 una réplica del terremoto empezó a temblar y mi mamá y yo salimos corriendo de la casa, bajando las escaleras tan rápido como fué posible, toda la gente hizo lo mismo el jardín que había enfrente estaba lleno de personas algunas lloraban, otras rezaban, otras gritaban, otras corrían, el olor a gas era terrible, se fué la luz, recuerdo eso, no puedo describir el miedo de todos ahí....

Y después el tiempo sin clases mientras arreglaban la escuela, el tiempo de clases por la tarde en una escuela prestada, la búsqueda bajo los escombros, las réplicas que te asustaban más, el olor a muerte por todos lados, los reportajes en la televisión, la búsqueda de culpables, el País en dónde no pasaba nada y solo había "algunos" muertos oficiales según el Presidente Miguel de la Madrid cuando en la calle veías otra cosa, la esperanza surgida de rescates en el Hospital Juarez, la labor heroica de "los topos" de muchos Scouts, de la Sociedad en general, la desilusión de muchos, la felicidad de otros, la solidaridad y las historias de abuso, la gente que conocías y que murió en el edificio Nuevo León, la gente que perdió todo, las familias desintegradas, el dolor en todas partes, los edificios que tuvieron que ser derrumbados, los edificios que aún quedan de pie, tantas cosas de las que hablar, tantas cosas que no se olvidan...

FITO PAEZ - RECUERDOS QUE NO VOY A OLVIDAR

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