En el año de 1931 se instituyo en México el día de la enfermera gracias a la iniciativa del Dr. José Castro Villagrana quien era en ese entonces el director del Hospital Juárez de México, estableciéndose el día 6 de enero ya que la presencia de las enfermeras era como un “regalo de reyes” para los pacientes.
Hace poco platicando con una vecina que es enfermera, ella me hablaba con pasión de su profesión, de los cursos que hoy en día tenían que hacer para estar actualizadas, de los cursos que les daban sobre manejos de pacientes, y del amor que ella sentía hacia su profesión, y lamentaba el hecho de que el día del doctor los médicos eran muy celebrados por todos los pacientes, directores, autoridades y demás y que ellas las enfermeras quienes en realidad se hacían cargo del manejo de los pacientes rara vez eran felicitadas por los mismos.
Y es que en realidad si nos ponemos a pensar en Hospitales públicos o privados a quien más vamos a ver y a molestar son a las enfermeras, no a los doctores, es más los doctores son los que siempre están llegando y luego no llegan, o quienes solo nos dedican cinco minutos para el chequeo rápido y se entiende con los muchos pacientes que manejan diariamente y más en hospitales públicos.
Son mis queridos amigos, las enfermeras las que se encargan de nosotros cuando llegamos a los hospitales, las que checan nuestros signos vitales, las que nos brindan una sonrisa o un regaño, las que nos inyectan dolorosa o suavemente, a las que vemos todo el día y nos despiertan cada dos o tres horas para checar nuestros signos vitales, las que nos vacunan, las que nos vigilan después de la operación…
Cierto es que muchos hemos tenido malas experiencias con ellas, cierto que hay enfermeras que desde que las ve uno se asusta por la mala cara que traen, y de quienes su trato deja mucho que desear, pero también hay otras que son amables que hacen de nuestra estancia en un hospital algo más sencillo, esas que uno siente que se preocupan por nuestro bienestar y el de nuestros familiares, que nos cuidan como cuidarían un familiar y que nos encontramos por la calle y nos saludan con alegría de vernos bien.
Es a ellas a quienes hay que felicitar, a esas mujeres y hombres que pese a sus problemas cotidianos tienen su vocación muy definida y realizan su trabajo con alegría y con pasión sin importarles que tienen que trabajar 24 horas seguidas sin descanso, o largos turnos sin vacaciones y con un salario que no es el adecuado para la labor que realizan, a esas enfermeras hay que reconocerles su labor diaria, su cumplimiento del deber, y su humanidad con quien lo necesita.
Para saber más del tema:
http://www.cimacnoticias.com/noticias/03ene/s03010706.html
http://www.mundoenfermero.com/foro_total.php?id_foro_ini=594
http://www.seapremur.com/Documentos/decalogo_de_enfermeria_para_imprimir.htm
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