lunes, noviembre 23, 2009

CONSERVA TU TENEDOR


Había una mujer que había sido diagnosticada con una enfermedad incurable y
a la que le habían dado sólo tres meses de vida. Así que empezó a poner sus
cosas "en orden". Contactó a su sacerdote y lo citó en su casa para discutir
algunos aspectos de su última voluntad. Le dijo cuáles canciones
quería que se cantaran en su misa de cuerpo presente, qué lecturas hacer y
con qué traje deseaba ser enterrada.
La mujer también solicitó ser enterrada con su Biblia favorita. Todo estaba
en orden y el sacerdote se estaba preparando para irse cuando la mujer
recordó algo muy importante para ella.

"Hay algo más", dijo ella exaltada.
"¿Qué es?" respondió el sacerdote.
"Esto es muy importante", continuó la mujer. "Quiero ser enterrada con un
tenedor en mi mano derecha."

El sacerdote se quedó impávido mirando a la mujer, sin saber exactamente qué
decir.
"Eso lo sorprende, ¿o no?" preguntó la mujer.
"Bueno, para ser honesto, estoy intrigado con la solicitud", dijo el
sacerdote.
La mujer explicó: "En todos los años que he asistido a eventos sociales y
cenas de compromiso, siempre recuerdo que cuando se retiraban los platos
del platillo principal, alguien inevitablemente se agachaba y decía,

'Quédate con tu tenedor'. Era mi parte favorita porque sabía que algo mejor
estaba por venir... como pastel de chocolate o pay de manzana. ¡Algo
maravilloso y sustancioso! Así que quiero que la gente me vea dentro de mi
ataúd con un tenedor en mi mano y quiero que se pregunten

'¿Qué onda con el tenedor?'. Después quiero que usted les diga: 'Se quedó
con su tenedor porque lo mejor está por venir'.".
Los ojos del sacerdote se llenaron de lágrimas de alegría mientras abrazaba
a la mujer despidiéndose. El sabía que ésta sería una de las últimas veces
que la vería antes de su muerte. Pero también sabía que la mujer tenía un
mejor concepto del Cielo que él mismo. Ella sabía que algo mejor estaba por
venir.

En el funeral la gente pasaba por el ataúd de la mujer y veían el precioso
vestido que llevaba, su Biblia favorita y el tenedor puesto en su mano
derecha.

Una y otra vez el sacerdote escuchó la pregunta: "¿Qué onda con el tenedor?"
Y una y otra vez él sonrió.

Durante su mensaje el sacerdote les platicó a las personas la conversación
que había tenido con la mujer poco tiempo antes de que muriera. También les
habló acerca del tenedor y qué era lo que simbolizaba para ella.
El sacerdote les dijo a las personas cómo él no podía dejar de pensar en el
tenedor y también que probablemente ellos tampoco podrían dejar de pensar en
él. Estaba en lo correcto.

Así que la próxima vez que tomes en tus manos un tenedor, déjalo recordarte
que lo mejor está aún por venir

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Estimada Maribella, espero la censura permita dejarte este poema de Pablo Neruda, tu amiga que es una experta en poemas, me comento que existian y me permito transcribirlo...

Poema 10


Hemos perdido aun este crepúsculo.
Nadie nos vio esta tarde con las manos unidas
mientras la noche azul caía sobre el mundo.

He visto desde mi ventana
la fiesta del poniente en los cerros lejanos.

A veces como una moneda
se encendía un pedazo de sol entre mis manos.

Yo te recordaba con el alma apretada
de esa tristeza que tú me conoces.

Entonces, dónde estabas?
Entre qué gentes?
Diciendo qué palabras?
Por qué se me vendrá todo el amor de golpe
cuando me siento triste, y te siento lejana?

Cayó el libro que siempre se toma en el crepúsculo,
y como un perro herido rodó a mis pies mi capa.

Siempre, siempre te alejas en las tardes
hacia donde el crepúsculo corre borrando estatuas.


Poemas de Pablo Neruda



LO mejor esta por venir !!! Sigo tus escritos

Maribella dijo...

Amigo anónimo, vale, este es tu blog y puedes expresarte como quieras, y cierto lo mejor esta por venir, espero de todo corazón que encuentres lo que tanto buscas..
Abrazos