Cuando dentro de mi diagnóstico de cáncer el doctor mencionó que, existía la posibilidad de cortarme la pierna, si al abrir el tumor se había extendido más allá de lo que la tomografía indicaba, fue como si me lanzaran un balde de agua fría, de repente imaginé que muchas de las cosas que disfruto tanto hacer ya no podría hacerlas, de hecho algo que me encanta hacer es manejar y de repente pensaba lo infeliz que sería de poder hacerlo más, o al menos de no poder hacerlo con la facilidad de antes.
Afortunadamente no hubo necesidad de amputar, y sólo use un bastón al rededor de un mes, antes de empezar a caminar con la seguridad que lo había hecho siempre, y miren que eso de andar con bastón tampoco era fácil, caminar costaba tanto, la gente te ve de forma diferente pero no te ayuda, subir escaleras es terrible, las cosas están hechas para personas con capacidades completas..
Ese tiempo me sirvió para darme cuenta de lo mucho que tenemos que hacer a favor de las personas con alguna discapacidad, y de como de un día para otro puedes perder aquello que sientes seguro. Una semana después de mi operación estaba viendo en la televisión el Teletón, las historias que ahí contaban, que siempre me había hecho llorar año con año, el año pasado me dolían más profundo, me hacían pensar más, y es que un día estamos bien y al día siguiente no sabemos como la vida nos pueda tomar por sorpresa y dejarnos con alguna discapacidad tan difícil de sobrellevar para nosotros y para quienes nos rodean.
Así que este año la celebración del día mundial de las personas con discapacidad, tiene para mí otro significado, para serles sincera hasta el año pasado no sabía que había un día internacional, hay quienes piensan que lo malo no puede pasarles, y por eso van por la vida sin comprometerse, con esa indiferencia de los que tienen todo y piensan que siempre será así, es por ello que les cuento mi historia, los accidentes pasan en el momento que uno no espera, por ello hay que cuidarse, hay que manejar con precaución, hay que voltear y mirar con atención a quienes nos rodean.
Creanme hay quienes solo requieren de un abrazo para sentirse mejor, quienes con una sonrisa o una palabra de aliento olvidaran aquello que les preocupa, hay escuchar con atención al que no habla, y hablarle de corazón al que no oye.
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