DE RENE MEY Y LA ESPERANZA

Creo firmemente en aquello de que las coincidencias no existen, así que la semana pasada cuando una amiga me habló para decirme que fuéramos al cine a ver la película de Más Allá de la luz que relata una parte de la vida de Rene Mey y en cuya publicidad se mencionaba que a “algunas personas podía curarlas” con tan solo ir a verla pues vaya caí en la tentación, llegamos casi cuando estaba empezando la película, pero alcancé a ver que el cine estaba casi lleno, gran cuestión para una película Mexicana , así que con toda la mente abierta me dispuse a ver esos 92 minutos que anunciaban casi casi, harían un cambio en tu vida, y creo que en la parte final me quedé dormida ; no soy crítica de cine pero en voz de mi hija esperábamos ver al menos un poco de la historia de vida de ese “sanador” que habla con ángeles, que es todo energía sí vimos como según la película es capaz de meditar y proyectarse a otros lugares y situaciones y que ve la energía de los muertos que es capaz de controlar su cuerpo de forma tal que puede bajar el ritmo de su corazón hasta casi pararlo y pasar días sin comer o beber algo, oímos hablar mucho de la inteligencia emocional de ese sexto sentido que todos somos capaces de desarrollar y de esos ángeles que andan entre nosotros y nos acompañan y nos enseñan , como película es bastante mala, como publicidad hacia la obra y vida de Sr. Rene Mey es muy buena realmente en momentos me sentí atrapada en un gran informecial, y cuando termino la película y se prendió la luz me encontré con que casi la mitad del público en el cine era personas mayores adultos en plenitud, y que había unos cuantos en silla de ruedas y con bastones, la publicidad que la precedía realmente funcionó, si me preguntan yo no sentí ninguna energía diferente pero una amiga de mi amiga con la que también íbamos y que atraviesa por diversos problemas salió realmente feliz del cine, y vi mucha emoción en algunos otros, así que cuando nos topamos a la salida con un señor que ofrecía boletos para ir a ver al señor Rene Mey que estaría en la ciudad dos días después no dudamos en apuntarnos e ir a verle era una experiencia que teníamos que vivir…

Finalmente llegó el día en que íbamos a ir al señor Rene Mey y todo se nos presentó muy fácilmente no esperamos nada para entrar, encontramos lugar rápidamente y lo demás fue esperar sentados alrededor de 15 minutos a que el señor llegara, nosotros estuvimos entre el primer grupo al que vio, las indicaciones ahí dadas por voluntarios-terapeutas eran simples no llevar objetos de metal, si llevabas bolsa u otro objeto ponerlo debajo de tu silla, apagar celulares y los que usamos lentes se nos indicó que nos lo quitáramos una vez que estuviera cerca el señor Mey, en el salón había música relajante y se pedía silencio y que meditaras, pero eran pocos lo que lo hacían…

Otra cosa llamo mi atención en las cuatro esquinas del salón había cajas grandes contenedores que tenían puesto una hoja hecha en computadora con la leyenda “donaciones voluntarias” es más en algún momento pasó una voluntaria con una caja recolectando nuestras donaciones diciéndonos que para recibir hay que dar, y que si dábamos de alguna manera activaríamos esa neurona emocional necesaria para abrir realmente nuestro corazón a la energía que el Sr. Rene Mey nos transmitiría, la sanación era gratuita sin embargo ahí podías adquirir desde plumas, libros, cuadernos, velas, DVD, CD y todo tipo de objetos que te podrían ayudar en ese camino del desarrollo de la inteligencia emocional, sobra decir que vi a muchas personas dando billetes en la caja de donaciones voluntarias y otras mas en la fila para comprar objetos, aunque tengo que comentar que otras dos personas que acudieron a la sanación en diferentes horarios me contaron que jamás se les pidió donación alguna…

Así que ya preparadas nos pusimos a ver detenidamente el salón en el que nos encontrábamos y a las personas que se encontraban ahí, había mucha gente en silla de ruedas, algunos niños, muchos adultos mayores, y muchos que se notaba estaban pasando por sesiones de quimoterapia, o radiaciones, lo que más nos sorprendió fue que entró una camilla con una señora mayor y que se veía mal, llevaba hasta su máscara de oxígeno, y había paramédicos por si alguien se ponía mal , y ante todo una cosa en común tenían todos ellos esperanza, fe confianza en que realmente vivirían una experiencia que podía sanarles que podía cambiar sus vidas para bien, no se si algunos como yo iban solo por curiosidad, pero lo que ahí se percibía era amor, era esperanza podías oír como muchos estaban emocionados, como otros estaban seguros que mejorarían sus dolencias, podías sentir como las parejas que se encontraban en silencio se aferraban a algo que solo ellos sabían y que demostraban al agarrarse de las manos fuertemente, podías ver el amor en los que acompañaban a personas en sillas de ruedas, en los familiares de quienes lucían una pañoleta en su cabeza por como los abrazaban con ternura, si ahí había algo definitivamente era amor y esperanza, así que anunciaron con un micrófono que el sr Mey estaba por llegar y nos pidieron silencio absoluto indicándonos que cuando pasara con nosotros debíamos tener los ojos cerrados y colocar una mano encima de otra a la altura del corazón y que él nos tocaría unos segundos metiendo su mano entre nuestro corazón y nuestras manos y ahí se desarrollaría su poder para curarnos, mientras tanto por el micrófono se les indicaba a los terapeutas que llevaban una camiseta de la película que se pusieran atrás de las sillas de las personas por dónde iba a pasar el señor Mey porque las personas podían desmayarse o sentirse mal y ellos tendrían que agarrarlos, finalmente él llegó con una especie de túnica gris tal y cual se ve en la película y se sentó por unos momentos a meditar según se nos dijo mientras se nos pedía silencio absoluto..

Lo demás fue ver como muchos cuando se les acercaba comenzaban a llorar, sí vimos tres o cuatro desmayados, sí la emoción de muchas personas después de ser tocadas era absoluta su cara lo decía todo se veían llenas de energía de fe realmente creyeron en la posibilidad de ser curados, la muchacha que estaba al lado mío después de ser tocada empezó a llorar casi histéricamente, y cuando me tocó mi turno la verdad es que no sentí nada solo que me tocó y que me empujó hacia la silla, es más oí la voz de alguien decirme que me sentara, y una vez que pasaba te indicaban como salir porque había mucha gente queriendo entrar, según leí en el periódico al día siguiente casí 9 mil personas habían estado por ahí a lo largo del día, imaginan eso 9 mil personas en busca de curación…

Que si yo lo creo, que si cambio mi vida, que si soy seguidora a partir de ese momento del Sr. Mey en realidad tendría que decir que no, sin embargo tendría que decir también que sí creo que en la existencia de la energía, sí creo en que hay ángeles entre nosotros, sí creo en Dios y en que él le da a algunos ese poder para sanar, y creo también como dije en un principio que las coincidencias no existen y que tenía que vivir esa experiencia, así que rectifico quisiera darle al Sr. Mey el beneficio de la duda, creo que lo más importante que tenemos los seres humanos es la capacidad de no perder la esperanza, aún cuando hay casos en los que no hay más que hacer, es esa esperanza la que nos puede mantener vivos, la que nos ayuda, la que nos nutre, la que nos impulsa, esperanza y amor, amor a los demás amor a la vida que tenemos, fe en lo que hacemos, en lo que creemos, en lo que sea que creamos..

Es gracias a la esperanza que muchos enfermos viven más y mejor y la esperanza a nadie debería ser negada y tendríamos la obligación de luchar por ella a pesar de todo, solo recuerden la esperanza no se vende, no se mide en dinero, ni se negocia quien te venda lo contrario no es digno de tu confianza ni de tu esperanza...