lunes, octubre 26, 2009

APOYARSE EN LA FAMILIA

Tengo la suerte de tener buenas amigas que diario hacen que mi mail se llene de chistes, de presentaciones, de historias, que me cuentan de su cotidianidad, gracias a esta enorme carretera de la información me ha sido posible sabe de nacimientos, de primeros pasos, de los primeros días de escuela, de grandes pérdidas, cada día entro a mi mail emocionada de pensar con que me encontraré hoy, que me hará recordar, que me hará llorar, que me animará tanto que en mis momentos tristes volveré a ver, a releer y seguire sonriendo pese a todo, así que a partir de este lunes y todos los lunes, les comparto a mis queridos amigos, amigas, conocidos(as) acosadores, críticos, observadores, muy amables lectores, esos mails que me han gustado tanto que no pueden quedarse en un rincón de la memoria de mi computadora, que valen la pena leerse copiarse, distribuirse, espero les gusten y disfruten tanto como yo lo he hecho..


Fernando Parrado, uno de los 16 sobrevivientes de la tragedia de los Andes, a 36 años de aquella historia que asombró al mundo, durante el cierre de la Expo Management 2008, estas son sus palabras:

'¿Cómo es posible sobrevivir donde no se sobrevive?', se preguntó.

'Sobrevivimos porque hubo liderazgos, toma de decisiones y espíritu de equipo, porque nos conocíamos desde mucho antes', dijo.

Y arrojó un primer disparador.
"En la vida el factor suerte es fundamental"

Cuando llegué al aeropuerto de Montevideo no daban número de asiento para el avión.

A mí me tocó, de casualidad, la fila 9, junto a mi mejor amigo.

Cuando el avión chocó en la montaña, se partió en dos.

De la fila 9 para atrás no quedó nada.
Los 29 sobrevivientes al primer impacto
viajaban en la parte que quedó a salvo.' De ellos, dijo, 24 no sufrieron un rasguño.

Así, los menos golpeados empezaron a ayudar,
actuando como un verdadero equipo. Administramos barritas de chocolate y maní al punto de comer un grano por horas cada uno.

Marcelo, nuestro capitán y líder, asumió su rol para contenernos cuando le preguntábamos qué pasaba porque no llegaba el rescate.

Decidimos aguantar.'

Pero días después el líder se desmoronó.

La radio trajo la noticia de que había concluido el rescate.

'¿Cómo hubieran reaccionado ustedes?
El líder se quiebra, se deprime y deja de serlo.

Imagínense que yo cierro esta sala, bajo la temperatura de -14 grados sin agua ni comida a esperar quién muere primero.'

se hace un Silencio estremecedor de la primera a la última fila.

'Ahí me di cuenta de que al universo no le importa qué nos pasa.

Mañana saldrá el sol y se pondrá como siempre.

Por lo tanto, tuvimos que tomar decisiones.

En la noche 12 o 13 nos dijimos con uno de los chicos:

«¿Qué estás pensando?»

«Lo mismo que vos.

Tenemos que comer, y las proteínas están en los cuerpos.»
Hicimos un pacto entre nosotros, era la única opción.

Nos enfrentamos a una verdad cruda e inhumana.'

Desde la primera fila, decenas de chicos llevados por sus padres escuchaban boquiabiertos.

Parrado apeló a conceptos típicos del mundo empresarial.

'Hubo planificación, estrategia, desarrollo.

Cada uno empezó a hacer algo útil, que nos ayudara a seguir vivos: zapatos, bastones, pequeñas expediciones humanas.

Fuimos conociendo nuestra prisión de hielo.'

'Hasta que me eligieron para la expedición final, porque la montaña nos estaba matando, nos debilitaba, se nos acababa la comida.

Subí aterrado a la cima de la montaña con Roberto Canessa.

Pensábamos ver desde allí los valles verdes de Chile y nos encontramos con nieve y montañas a 360 grados.

Ahí decidí que moriría caminando hacia algún lugar.'

Entonces sobrevino el momento más inesperado. Pero

'Esta no es la historia que vine a contar', avisó.

Y contó que su verdadera historia empezó al regresar a su casa, sin su madre ni su hermana, sin sus amigos de la infancia y con su padre con una nueva pareja.

'¿Crisis? ¿De qué crisis me hablan?

¿Estrés? ¿Qué estrés?

Estrés es estar muerto a 6000 metros de altura sin agua ni comida', enfatizó.

Recordó un diálogo fundamental que tuvo con su padre, que le dijo:

'Mira para adelante, anda tras esa chica que te gustaba, ten una vida, trabaja.

Yo cometí el error de no decirle a tu madre tantas cosas por estar tan ocupado, de no compartir tantas festividades con tu hermana, no darme el tiempo de platicar con ellas mis vivencias, no decirles cuanto las amaba'.

Y cerró, determinado:

'Las empresas son importantes, el trabajo lo es, pero lo verdaderamente valioso está en casa después de trabajar: la familia.

Mi vida cambio, pero lo mas valioso que perdi fue ese hogar que ya no existia al regresar.

No se olviden de quien tienen al lado, porque no saben lo que va a pasar mañana.'

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