Ya les he hablado de mi compadre y de su lucha diaria para que mi comadre tenga la mejor calidad de vida posible, pero como siempre el viernes pasado me dio sin querer una de sus acostumbradas lecciones, estábamos comiendo y el miraba a Martha con ese amor que no se disimula, con ese amor que se siente y que llena todo el espacio posible, la miraba sintiéndose culpable porque alguna vez al principio de su enfermedad cuando ella tosía sin querer lo llenaba de comida, ya sea la ropa, ya sea la cara, y él le preguntaba el porqué hacía eso, se desesperaba y se enojaba con ella sin entender que no lo controlaba , situación que al paso del tiempo aprendió a sobrellevar y a entender sin quejarse o enojarse, pese a ello y siendo humano en ocasiones se desespera y como consecuencia el siente que no es lo paciente que debería ser, y nos hablaba tristemente de que un día cuando tenga que rendirle cuenta a Dios de su vida, él creía que Dios le preguntaría que, que había hecho con la prueba que le había puesto en el camino, que había hecho con esa enfermita que le había dado y que él sabía que tanto amaba, y él no podría más que responderle que a veces había sido malo con ella y que se sentía culpable por eso, le diría que lo sentía pero no hizo lo suficiente, a lo que los que estábamos ahí le dijimos que el amor que él le profesaba se notaba a cada momento y que si alguna vez se desespero simplemente era humano y por lo tanto susceptible de cometer errores, pero por más grande que en algún momento fuera su error el amor que demostraba era tan grande que bastaba para olvidar cualquier exabrupto de su parte…
Que le parece ese ejemplo de amor incondicional, de amor que no se conforma con hacer lo más que se puede, ese amor que siempre quiere más..
Con todo el amor que yo tengo por mi marido no sé si fuera capaz de hacer una décima de cosas de lo que hace él, no se sí el peso del dolor me ganara, si flaqueara un momento tras otro…
Solo sé que cuando veo a mi compadre dándole pacientemente de comer a su mujer veo el amor de colores, de sabores, puedo tocarlo y se parte de él, viéndolos entiendo la grandeza del amor, su verdadero significado….de ese amor que trasciende dificultades que está más allá de las enfermedades y de las palabras, de ese amor que todo lo puede y que obra milagros…
No hay comentarios:
Publicar un comentario