UNA LECCION DE FE

El padrino de mi hija siempre ha sido un hombre sabio, desde que lo conocí me llamo la atención lo mucho que se parecía a mi padre, gente de trabajo, imprudente y a prueba de toda burla, su Universidad la vida misma, como diría mi papá lo que aprendes en las calles ganándote el pan con el sudor de tu frente no te lo enseña más que la vida, ávido lector sabe de todo y estoy muy segura que podría dar lecciones de Historia y cultura general a muchas personas que andan por ahí presumiendo de la Universidad en la que estudiaron, y a parte de todo es una buena persona, por estas épocas está pasando por la mayor prueba a la que puede estar sometido un ser humano, la grave enfermedad de su esposa de más de 25 años el amor de su vida, cada que los visito necesito un tiempo para recuperarme de todos los sentimientos que me embargan, de la emoción, de la tristeza, del miedo, de la esperanza, ver como la cuida me hace admirarlo y sentirme culpable de no poder o de no darme el tiempo para ayudarle más. Ella hoy en día depende totalmente de él, la quimio y las radiaciones han hecho, o al menos eso suponemos que ella se encierre en su propio mundo que ya ni siquiera pueda o quiera hablar, él la viste, la baña, la cuida día y noche, dejo de manejar su taxi porque no puede dejarla sola, todo su mundo gira en torno de lo que ella necesita, y lo más sorprendente de todo es que no se queja, que trata de no perder la paciencia, que no lo cuestiona, él sigue creyendo que mejorará que toda esta pesadilla pasará, sigue rezando y esperando un milagro…

Y cuando uno lo ve cargarla, vestirla, hablarle no puede más que pensar en el maravilloso ser humano que es, cuantos esposos no se hubieran ido ya, cuantos esposos se hubieran rendido, cuantos hombres renegarían, y el sigue ahí con esa paciencia con ese amor, con esa infinita fe en que Dios sabe lo que hace, que estos momentos son parte de una lección a aprender y que pasarán, que ya pasarán…

Y aunque es cierto que la fe mueve montañas, a veces resulta tan difícil creer, más como perder la fe viéndolo a él, como perder la esperanza si él no la pierde, , por lo pronto y pensando en lo que podemos hacer, ¿pueden dedicar una oración siempre a las 7 de la tarde por ella?, por Martha por Eduardo, porque ellos puedan discutir otra vez por lo caro de la vida , porque una vez más podamos festejar en su casa un cumpleaños, porque el amor mueve montañas, porque nunca perdamos la fe, porque ese milagro llegará claro que llegará….

AVE MARIA