jueves, diciembre 17, 2009

HABLANDO DE CREAR LAZOS


Compromete conmigo
A viajar sobre un alambre sin caer
Y aprender en los atascos
A salir con solo la imaginación
No tengas temor
Aún se puede volar sin ser gorrión

Aquí va mi mano amiga
Es el único poema que te doy
Ya se bien como escribirlo
Es cuestión de regalar el corazón


El otro día mi hija comentaba con una amiga recién descubierta que está a punto de mudarce de ciudad el tiempo que habíamos perdido al no tratarnos, y que estas semanas que los habíamos conocido habíamos encontrado en ellos mucho parecido con nuestra realidad, y habíamos aprendido lecciones de sus historias de vida, de repente nos encontramos y nos despedimos y mi hija y yo pensamos entonces en eso de crear lazos, en que a veces pasar de largo de la gente y no te preocupas por conocerla, por tratarla, de repente estamos demasiado ocupados en los problemas cotidianos y no vemos a nuestro al rededor.


Y entonces hicimos un pequeño experimento, nos sentamos simplemente a observar a la gente que pasaba por nuestra calle, a ese vecino que nos cae bien pero con el que solo compartimos un leve saludo de carro a carro, en los niños jugando, en la señora que nunca saluda, en la que pensamos que es muy seria y descubrimos que más bien es tímida, en la que es tímida y no alcanza a decir más que dos palabras, en lo que pensábamos podrían ser importantes y aún no alcanzamos a encontrarnos, y en lo que pensamos que no valía la pena el esfuerzo y se volvieron importantes...


No es increíble como juzgamos a veces a la gente y le cerramos la puerta a esos encuentros que de dejar que sucedan podrían cambiar nuestras vidas, cierto también tiene mucho que ver el hecho de que tenemos un corazón que ha sido lastimado muchas veces y heridas que no cierran, porque a quienes no los ha traicionado un amigo(a) un compañero(a) un ....... cuántas veces no en un momento de desilusión han pensado que no valía la pena el esfuerzo, ni el tiempo, ni lo vivido con esa persona, pero la realidad es que de eso esta hecha la vida de encuentros y de desencuentros de buenas y de malas personas, todo son experiencias de vida, y a pesar de todo creanme es mejor dejar entrar a las personas que nos rodean a nuestras vidas aunque sea con esa cautela que nos dan las cicatrices del pasado, que aislarnos, o vivir encerrados pensando que todos son malos y nadie vale la pena el esfuerzo...


Pero al final de cuentas se los dice una soñadora empedernida, llena de cicatrices y de golpes, pero creanme que de todo he aprendido, y si me arrepiento de algo es de no haber tratado, no de haberlo vivido...



MIRA ARRIBA - HERNALDO ZUÑIGA


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