jueves, diciembre 16, 2010

DESAPRENDER A VOLAR

Hay papalotes que parecen rehusarse a levantar vuelo.

No quieren alejarse.

El viento ayuda, pero algo los pega a la tierra.

Algo más grave que la gravedad.
Algo que quiere parecerse a la voluntad.
Una espera que se prolonga,
como un adiós inminente pero impronunciado.

Yo, que no te conozco, no me quiero ir de ti.
Yo, que reconozco tu silencio, aprendí a volar en él.

Hay papalotes que desaprenden a volar.
Les cuesta trabajo la distancia y el aire los lastima.
Hay papalotes que entienden de nostalgias futuras.

Hay papalotes que se pierden para siempre
en azoteas también perdidas.

Y hay papalotes que siempre vuelven.
Hay papalotes que se van para volver.
Hay papalotes que tienen que aprender a volar en cada vuelo.
Porque el cielo duele.

Esos papalotes vuelan para hacer volar.

Hay papalotes que son yo.

Hay papalotes que vuelan para aprender a regresar.

Y yo siempre regreso.


HERSON BARONA (@VIAJEROVERTICAL)

No hay comentarios: