Hace tiempo que yo vivo mi vida como si fuera terminal, porque en realidad eso somos, solo que siempre nos gusta pensar que tenemos tiempo de más, y hacemos planes a largo plazo lo que nos lleva a dejar de agradecemos y descubrir los milagros que vemos a diario.
Por supuesto sí, en ocasiones caigo en esa vorágine de hacer planes, hay cosas que son inevitables, sin embargo procuro recordar siempre que solo este momento es lo que tengo, y lo demás se lo dejo a Dios, y últimamente cuando he reconocido que las cosas no dependen de mi, no están en mis manos y rezo porque dios me indique el camino y lleve a cabo sus planes y no los míos es cuando mejor han salido las cosas...
La vida es maravillosa, pero efímera, ojalá lo entendiéramos todos así, hoy quizás es el último día que vez a alguien que conoces, procuremos entonces, estar siempre en paz con quien nos importa.
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